miércoles, 19 de diciembre de 2007

EDITORIAL Vol. 1 No. 4 (Diciembre, 2007)


La Salud Mental nuestro reto...

Lo que tiene en sus manos mi estimado lector lo puede tomar en forma y figura de ensayo, con visos de artículos. En cuanto a su participación a través de la lectura, puede estar de acuerdo con nosotros en que estos contenidos le podrían ser significativos o no. De hecho, todo cuanto aparece puede ser tenido en cuenta como importante y digno de pensar. Sin embargo, lo más substancial, no es lo que se presenta sobre la superficie de la Hoja, sino lo que en realidad constituye, como proceso de formación de personas y cuidadores, miembros de una comunidad y ciudadanos de un país por el cual se ha emprendido una búsqueda científica y una identidad nacional.

En esta época decembrina, hay quienes acuden a la fiesta y a la alegría, y se encuentran con la tristeza y la depresión. No se desconecte de nuestra Hoja... Mental, en la cual usted encontrará ayuda, compañía y conocimiento. Mil gracias por leernos, ¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo 2008!

LAS ENFERMEDADES DE FIN DE SEMESTRE


Por: Diana Carolina Rubio, Maestría en Psicología. Universidad Nacional de Colombia.

Por estos días de parciales, entregas finales y toma de conciencia sobre las consecuencias de lo poco leído y poco estudiado a lo largo de todo el semestre, es frecuente escuchar entre los miembros de la comunidad universitaria quejas referidas a malestar y enfermedad. Es constante escuchar compañeros y compañeras de semestre quejarse de la migraña, de la gripa y de diferentes molestias estomacales, además de un sin fin de malestares que pueden ir desde el simple resfriado hasta cuadros de síntomas que requieren atención médica de urgencia.

Las enfermedades y malestares aparecen generalmente en momentos de tensión y de crisis, en este sentido las actividades y los diferentes retos que impone el final de semestre constituyen una situación estresante para la mayoría de personas. La pregunta pertinente sería: ¿Por qué será que en la época de fin de semestre nos enfermamos más?

Una respuesta posible hace referencia a que el cierre de semestre, al ser una situación estresante, genera en las personas tensión, ansiedad, y la experimentación de emociones negativas que hacen que el Sistema Nervioso (SN) se active para responder a las diferentes demandas de este momento del año, como estudiar para parciales, entregar informes finales, pasar las noches sin dormir, no comer bien, entre otras.
Esta activación del SN implica que la energía y todos los recursos del sistema sean encaminados al afrontamiento de la situación estresante y que otras funciones sean menos atendidas, entre ellas el funcionamiento del sistema inmunológico, lo que nos hace mas vulnerables al contagio de ciertas enfermedades. Esta actividad del SN genera varios cambios entre ellos aumento en la taza cardiaca y el desgaste de la persona en general. Numerosos estudios señalan los efectos del estrés, y sugieren que estos pueden desarrollar cáncer, infecciones, enfermedades autoinmunes, y cardiopatías, entre otras; este campo de investigación se denomina psiconeuroinmunología.

Esta breve explicación de por qué nos enfermamos en la época de cierre de semestre debe servirnos para afrontar de una forma más adecuada este reto, de manera que aprobar el semestre no implique perjudicar nuestra salud.

DEPRESIÓN EN ADOLESCENTES Y NIÑOS.



Por: Luís Antonio Daza Castillo. Enfermero. Universidad Nacional de Colombia.

Algunos estudios señalan constantemente que eventos de la vida pueden predecir episodios de depresión (Brown et al, 1994), y que los síntomas depresivos frecuentemente surgen durante la adolescencia (Pine et al., 1998; Lewinshon et al., 1999).

Pine et al (2002), señalan que la relación entre los eventos de la vida y los casos de depresión mayor pueden ser atribuidos a tres mecanismos potenciales:

1) Una posible relación entre desordenes psiquiátricos en curso y la predicción de secuelas que estos ejerzan sobre los eventos de vida.

2) Los eventos de vida podrían directamente incrementar el riesgo de Depresión Mayor a través de una variedad de formas.

3) La asociación entre los eventos de vida y la depresión podrían surgir a partir de los efectos comunes de estos tres factores sobre el riesgo de depresión mayor.

Estilos cognitivos o variables de la personalidad podrían mostrar asociaciones entre eventos de la vida y casos de depresión. Por ejemplo el desarrollo de neurosis han estado relacionados con eventos de vida y casos de depresión mayor (Roberts & Kendler, 1999; Van Os & Jones, 1999).

Evidencia de la relación entre sucesos de vida y riesgo de depresión, son los resultados de la investigación realizada por Gilman et al (2003), quienes señalan como los casos de divorcio parental sucedidos en la niñez temprana están asociados con un mayor riesgo a largo plazo de depresión, entre los sujetos que vivenciaron altos niveles de conflicto parental. Es de resaltar también la influencia de un bajo estatus socio-económico sobre un elevado riesgo de depresión.

Esta conclusión debe incidir sobre el efecto de las intervenciones diseñadas para reducir el impacto de los sucesos de la vida, sobre el riesgo de desarrollar a futuro un episodio de depresión mayor.

SIN SALUD MENTAL NO HAY SALUD


Por: Edward R. Reyes Moreno. Enfermero. Universidad Nacional de Colombia


Comenzaré por reflexionar sobre lo que concebimos como antagónico de salud, mal llamado enfermedad; partiendo de la definición que es un estado natural biológico, desprendido de la connotación de disbalance físico en las personas y por ende dañino. Si tenemos en cuenta este sentido, podemos encontrar otro significado de la vida, haciendo un llamado a la conciencia de nuestro cuerpo, donde se puede repensar en nuestro actuar y ser.

¿Para qué definir?, sin ir más allá, la enfermedad y la salud son un universo en que está inmerso en la salud mental. Por tanto, el significado de salud cambia al ser mirado dentro del mundo mental, pues en efecto la salud mental es definida como “el estado de bienestar que permite a los individuos realizar sus habilidades, afrontar el estrés normal de la vida, trabajar de manera productiva y fructífera, y hacer una contribución significativa a sus comunidades”. Esta definición resulta ser amplia y enriquecedora al análisis y además nos aleja de las enfermedades mentales, más por ser tan subjetiva se vuelve indeterminada y poco palpable. De hecho, como la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) lo refiere: “en la mayor parte del mundo, ni remotamente se le atribuye a la salud mental y los trastornos mentales la misma importancia que se le da a la salud física” . Por el contrario, la salud mental ha sido objeto de abandono e indiferencia.

La interrelación que existe entre salud mental, salud física y el bienestar social son componentes vitales para todas las personas, además de ser inextricablemente ligados como elementos útiles, asegurando el bienestar general de los individuos, sociedades y países. Por esto, el propósito para las personas que trabajan en este campo, debe ser el descubrimiento de la salud mental, permitiendo hacer una aproximación a la investigación como medio para desarrollar los conocimientos y una mejor práctica.

De esta forma usted podría iniciar su propia forja conceptual, proporcionándose mayor comprensión de lo que se puede hacer para promover la salud mental y conformar redes de saberes y habilidades. Que es en cierta forma, todos podemos descubrir que tenemos en las manos un enorme manojo de posibilidades y retos, para ejercer sin limitación la sagrada libertad de pensamiento, expresión crítica y desarrollo de acción. Lo importante es pensar, que la salud mental no se refiere a enfermedad alguna, sino a salud y a ese conjunto de condiciones que le brindan bienestar como persona, como sujeto social y como ser viviente.